LSOP Millions 2nd Chance Panamá (Parte 1)


(Foto: blofeando.com)

LSOP Millions Second chance @ Panamá (PARTE 1)
Por Carlos “Pulpin” Noriega



«No me gusta perder. No quiero que nunca nadie diga que soy un buen perdedor. Porque alguien que es un buen perdedor, por más bueno que sea, sólo es un perdedor» – Stu Ungar

 


Todos los puestos en los que puede quedar un jugador de poker son horribles. Te vas a casa con un sinsabor. Piensas y repasas qué salió mal o por qué el destino fue tan cruel contigo. ¡Sí, muchos sabemos cuánto puede cambiar una vida el river! “Si tan solo me salía el color en esa mano, lo ganaba.”  “Si el tipo no mandaba all in, yo lo hacía y ganaba con mi 99.” Lo has pensado porque te ha pasado.


 

Desde hazañas maratónicas como la de los campeones mundiales hasta cualquier torneo casero, todo primer puesto tiene su historia. Estuve leyendo el libro de Gus Hansen donde nos revela CADA mano que jugó hasta coronarse campeón y  puedo asegurarles que un mejor o peor comienzo no nos garantiza nada. Quiero contarles mi humilde experiencia en el Second Chance del LSOP Millions Panamá:

 


Cuando te enfrentas a un torneo decides dar el todo y jugar siempre tu “A game”.  Aquella mañana de marzo bajé al salón de poker con mi roomate (al que le mando saludos) bastante motivado. Estábamos un poco fastidiados por no seguir en el Main Event pero solo teníamos un camino: ganar el Second Chance.

 


Me senté en una mesa bastante rara, con colombianos y centro americanos. Muchas de sus jugadas no me cuadraban ya que inflaban demasiado el pozo preflop en el PRIMER NIVEL. Cabe resaltar que el stack inicial era 10, 000 y arrancábamos jugando 50-100 con niveles de media hora. Bueno, la regla es la misma para todos. A grindear.

 


Había estado foldeando y cuando quería subir en posición con una mano media como K9s se reventaban a “coñasos” antes que yo hablara. Luego de otra vuelta esperando, desde primera posición sube un jugador bastante activo a 300 y yo con AKs lo 3beteo a 725. Todos foldean y en ciega mayor, un colombiano bajito bien a la capucha y a los lentes me hace 4,000. Sí, CUATRO MIL. Cuando foldea el subidor de UTG solo me vienen a la mente dos pensamientos.



Primero, o simplemente el tipo NO quiere acción postflop con su 77 < JJ-QQ o puede ser de aquellos locos que sobrevaloran AQ, AJ en el mejor de los casos pero esa última era muy poco probable ya que mi imagen estaba bastante tight. Y en segundo lugar, todos ya sabemos que esa mano solo tiene dos salidas: push o fold. Ante una jugada tan cobarde no creí estar muy atrás, si acaso lo estaba: si tiene un monstruo, quiere clientes, no espantarlos. Empujo. Showdown: AK < AA. El tipo seguía justificando su jugada preflop gritando como si se hubiera salvado de una buena y que “no le gusta jugar ases.” Quedaba el día 1b en cinco horas.



 


Back to basics



Subí a mi cuarto, pensando, renegando y decidí ir al gym mientras mi compañero seguía luchando contra ese field tan, tan peculiar. Me bañé y descansé viendo un poco de tele. Minutos antes de las 6pm bajé al room, pedí mi hamburguesa (almuerzo sano) y tomé mi nuevo sitio.

 


Me sentía recargado a pesar de mi rutina en el gimnasio. Arrancó la acción y estuve bastante activo las primeras manos ya que tomé el control de la mesa. Me sentí cómodo con esos pares medios, conectadas suited y las combinaciones con figuras también. Estaba ligando muy bien. Cada vez que alguien quería revelarse y me hacían movidas terminaba atrapándolos. Lo bueno de este tipo de situaciones es que en tu mesa siempre habrá alguien con menos paciencia que los demás. Ellos son tu presa, a ellos tienes que tenderles la trampa y esperar el mejor momento para quedarte con sus fichas.

 


Tenemos a nuestro sacrificio listo. Un tipo que había perdido la mitad de su stack, se había triplicado y luego volvió a perder. Mientras yo estaba casi doblado (19k), él tenía 6k en blinds 100-200. Sube en UTG+1 y yo lo 3beteo desde mP con KQs. Me paga casi el 30% del total de sus fichas para ver un flop. Viene K-10-6 con dos tréboles. Pasa, le apuesto medio pozo y hace all in. ¿Saben qué tiene? ¡7-2 de tréboles!

“Diosito, no lo premies”, decía dentro de mi a la vez que el dealer sacaba en el turn un 4 de tréboles que me dejaba con 0%. Se dio la situación perfecta, sí, pero no acabó como debía. O al menos como yo quería. Les diría que controlen el tilt pero tienes que estar ahí para sentir esa sensación de calentura que te sube por el cuello y no para nunca. Me paré y decidí perderme un par de manos a la vez que iba a la barra y contaba mis moneditas panameñas para comprarme una gaseosa.

“Pfff, increíble”, pensaba a la vez que veía la acción en el evento principal. Luego de saludar de lejos a mi compañero de paños Guille Echevarría (9no del Main Event), regresé a mi sitio. Pude dispersarme y empecé a foldear tranquilo las manos mediocres. Al cabo de una vuelta veo que el “muchacho 7-2” sube desde el cut off en blinds 150-300 a 750 y en botón paga un compatriota. Ambos tienen casi 13k mientras que yo los cubría por poco. Siendo ciega grande decido completar la subida con A3 de tréboles.


Salió flop KQ10 todo de tréboles. Sin posición y con nuts, antes de pasar me tomo medio segundo para saber cómo extraer cada ficha que tienen. El tipo resulta apostando casi 2k en un pozo de 3k. El compatriota, en botón, va all in. Yo hago un poco de Hollywood como si tuviera dos pares o SOLO el As de tréboles y pago provocando con la mirada al jugador agresor. “All in”, anuncia también a lo que yo abro mis cartas poniendo las fichas al medio.


El agresor tiene QQ (mid set)y el botón tiene J9 para una escalera flopeada. En el turn no sale nada y el river me da la tranquilidad de haberme ganado un pozo de casi cien ciegas. Luego de esa mano no tuve muchas más manos relevantes ya que, al estar muy deep podía ejercer mucha presión a los shortstacks poniendo en riesgo en cada mano un ínfimo porcentaje de mi stack pero poniendo sus torneos en la cuerda floja. Mi nivel de agresividad  estuvo bastante elevado con apuestas de continuación el 100% de las veces. Obviamente que si me enfrentaba contra stacks muy pequeños prefería ponerlos all in de frente.

Al final del día lo pasé muy bien. Casi con setenta u ochenta ciegas en blinds 500-1k podía seguir desarrollando juego con los stacks medios y eliminando a los cortos en fichas. Por fin en el último nivel, el juego se volvió una congeladora. Nadie se esmeraba por querer pelear por los pozos. Todos, al estar shorts, solo querían pasar al día dos con un stack que esté en el promedio. Yo seguía presionando. Una de las últimas manos fue un poco graciosa y muy favorable para mi.


Un joven decide mandarme all in de doce ciegas luego de mi subida y por supuesto le pagué con AKo. Él tenía 10-10 y el board final fue A-10-J-K-Q y fue así como cerré el día como chip leader del día 1b.


Autor:


Carlos «pulpin» Noriega – Jugador de 24 años de edad, estudiante de Comunicación Audiovisual y Cine, campeón del LSOP Millinos 2nd Chance e integrante de la mesa final del PokerStars.net Latin American Poker Tour Perú 2013.


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