Después de varios años sin jugar, Danielle Moran decidió volver a las mesas y terminó viviendo una noche inolvidable. La madre de cuatro hijos, que había dejado el póker para enfocarse en su negocio de fotografía de bodas y en su familia, se inscribió en el $400 Ladies No-Limit Hold’em del WSOP Circuit en Turning Stone Resort & Casino sin grandes expectativas. Pero contra todo pronóstico, no solo llegó hasta el final, sino que se coronó campeona, llevándose su primer anillo del WSOP Circuit, un premio de $10,839 dólares y un asiento en el Torneo de Campeones en mayo.
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“Me siento genial, impactada y un poco sorprendida”, fueron sus primeras palabras tras la victoria. Moran tenía casi diez años sin un gran resultado en el póker y, en los últimos años, apenas había jugado. Su única participación reciente había sido en el Evento Principal del WSOPC Nueva York en 2022, donde terminó en el puesto 79. Con su regreso al circuito, quedó claro que su talento sigue intacto.
Desde el inicio de la mesa final, Moran y Kendra Trammel se adueñaron de la acción, acumulando juntas el 60% de las fichas en juego y tomando el control del torneo. Juntas, fueron eliminando a jugadoras como Sydney Padula, Katie Klass, Corie Singer, Jessica Kinsey y Megan Chapman, hasta que solo quedaron en pie Georgette Kirschenbaum en tercera posición y Lynn Burke en cuarta posición. Finalmente, Moran y Trammel llegaron al heads-up con stacks casi iguales, lo que prometía una batalla pareja. Pero tras varios intercambios de fichas y momentos de tensión, Moran logró quedarse con la victoria.
El torneo tuvo un significado especial para ella, ya que su familia la acompañó a la distancia. Durante la mesa final, sus hijos le enviaron una foto y le preguntaron cómo iba todo. Su hijo mayor tenía una única petición: «No me interesa el dinero, solo quiero llevar el anillo a la escuela». Entre risas, Moran confirmó que cumplirá su deseo: “Supongo que lo usará”.
Si bien ahora tiene un asiento garantizado en el Torneo de Campeones en Los Ángeles, Moran aún no está segura de si podrá viajar. “No tengo boda ese fin de semana, así que quizás pueda ir. Probablemente debería”, comentó entre dudas. Por ahora, su prioridad sigue siendo su familia, pero con este triunfo, ha demostrado que el póker sigue siendo parte de su vida y que su historia en el circuito no ha terminado.
