Emile Hirsch, conocido por sus papeles en películas como Into the Wild y Speed Racer, acaba de protagonizar la nueva película de póker Dead Money. En este thriller, Hirsch interpreta a Andy, un hombre que junto a su novia Chloe, interpretada por India Eisley, se ve atrapado en una situación extrema cuando un juego de póker en su casa es robado. Lo que sigue es una partida decisiva donde la vida de ambos está en juego.

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Para preparar este papel, Hirsch, quien era solo un jugador ocasional de póker, tuvo que sumergirse de lleno en este mundo. El guion, escrito por Josh Wilcox, un jugador habitual del Hustler Casino, le dio a Hirsch la oportunidad de aprender más sobre el juego y perfeccionar sus habilidades en las mesas.

Los productores de Dead Money organizaron para Hirsch una experiencia en un juego de alto riesgo dirigido por Alan Keating. Aunque al principio le costó adaptarse, perdiendo más de seis cifras en su primera noche, logró recuperarse la segunda vez. Hirsch cuenta que pasó por momentos de gran tensión, pero finalmente logró recuperar todo lo que había perdido. “Me sentí como Rocky al final de la película”, comentó Hirsch, al describir su sensación de alivio tras salir victorioso en su segunda sesión.

Antes de esta experiencia, Hirsch no había perdido más de USD$1,000 dólares en una partida de póker, lo que le hacía sentir mal cada vez. Sin embargo, enfrentarse a un juego de alto riesgo fue algo que lo ayudó a mejorar su confianza en la mesa y su comprensión del juego.

El interés de Hirsch en el póker no terminó cuando finalizó la filmación. El actor siguió jugando en casinos como el Hustler Casino, Hollywood Park y The Commerce. Incluso participó en el World Series of Poker 2023. Aunque no tuvo el resultado que esperaba, ya que fue eliminado con una mano desafortunada, su pasión por el póker continuó intacta.

Además de actuar y jugar póker, Hirsch ha comenzado a pintar retratos de jugadores de póker. Durante su tiempo en las mesas, conoció a figuras importantes de la escena de las apuestas altas, como Alan Keating y Nik Airball, quienes le pidieron que les hiciera retratos. Hirsch ha encontrado en la pintura una forma de combinar su amor por el arte y el póker, pintando para financiar sus futuras partidas sin poner en riesgo su dinero personal.

Al final, Hirsch asegura que seguirá involucrado en la comunidad del póker, ya sea jugando o viendo transmisiones en línea de torneos.