Daniel Negreanu, uno de los jugadores más reconocidos del mundo, embajador de GGPoker y miembro del Salón de la Fama del Póker, ha generado un intenso debate tras proponer varias modificaciones en las reglas del juego. Entre sus sugerencias más polémicas está la prohibición del uso de mascarillas y gafas de sol en las mesas de póker, elementos que, según él, afectan la transparencia y la interacción entre los jugadores.
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El canadiense compartió estas ideas a través de sus redes sociales poco después de participar en la WSOP Paradise 2024, donde logró dos mesas finales y cobró en el Evento Principal con $50 millones garantizados, aunque no tuvo un saldo positivo debido a su eliminación en otros torneos importantes. Su llamado a eliminar los tapabocas ha dividido opiniones, con algunos apoyando la iniciativa mientras otros consideran que restringe libertades personales.
Otro de los puntos que ha generado controversia es su propuesta de modificar la regla que permite dejar una ficha atrás en situaciones cercanas al all-in. Negreanu argumenta que esta práctica puede usarse para obtener ventajas estratégicas que afectan la integridad del juego, citando ejemplos recientes en los que jugadores aprovecharon esta regla para influir en las decisiones de sus oponentes. Como solución, sugiere que cualquier apuesta que involucre más del 90% del stack de un jugador se considere automáticamente un all-in, una idea que ha sido tanto apoyada como criticada por otros profesionales.
Poker rule changes I would vote for:
1. No face covering of any sort.
2. No Sunglasses.
3. If a player bets 90% or more of their stack, it is an all in.
4. No card protectors allowed on the table.
-Improve player/viewer experience
-Protect the game
— Daniel Negreanu (@RealKidPoker) December 21, 2024
Además, Negreanu se pronunció sobre el uso de relojes de acción en los torneos. Destacó cómo plataformas como GGPoker han implementado sistemas más dinámicos, donde el tiempo restante de un jugador depende de sus decisiones previas en las etapas iniciales del torneo. Esto, según él, evita abusos y mejora la experiencia tanto para los jugadores como para los espectadores. Su postura, aunque no siempre popular, refleja su compromiso con el crecimiento y la evolución del póker como deporte.