Estaba jugando en San Miguel, en uno de los póker room más conocidos de aquella época. Ya estaba amaneciendo y éramos pocos en la mesa. Todos sabíamos que pronto terminaría la sesión.
Uno de los jugadores, alto, gordo y bastante mayor que el resto, había estado perdiendo toda la noche y solo pedía más y más fichas. Ya todos sabían que, si querías un pozo grande, tenías que jugar con él.
En una de las últimas manos hay un rise preflop y solo quedan dos jugadores. El señor mayor, alto y gordo vs. quien había estado ganando casi todos los pozos, alguien mucho más joven que él.
Sale el fracaso. Primera apuesta, subir, volver a subir, all in.
Todos nos páramos para ver qué cartas tenían. El señor mayor, alto y gordo tenía un set y el otro jugador un proyecto color y escalera. Silencio total mientras esperábamos el turno. No se ensamblará el proyecto. Seguía el silencio hasta que el señor habló.
“Un momento”, dijo.
Se puso de pie, con mucha calma y naturalidad sacó una pistola de su canguro, la puso sobre la mesa y le dijo al dealer mirándolo fijamente.
“Ahora sí, saca el río”
Parecía que el tiempo se había detenido. Todos nos sentamos y quedamos en silencio. El dealer no sabía qué hacer, no se atrevía a sacar la carta.
¿Qué hubieras hecho tú?
El miedo es una de las emociones más difíciles de entender. Te congelas, te hace correr o te empujas a enfrentar la situación. La gran mayoría no sabe qué es el miedo, cómo funciona y vive tomando decisiones para escapar y esconderse en lugar de enfrentarse.
El miedo no te protege. El miedo te alerta. El miedo te dice que algo está ocurriendo y depende de ti tomar acción. Decidir qué camino es el que más te va a servir y atreverte a actuar a pesar de las consecuencias.
Luego de unos segundos interminables apareció el dueño del póker room. Resulta que conocí al personaje mayor, alto y gordo. Solo le dijo que “guarde eso” y el personaje, riéndose de todos, hizo caso porque evidentemente disfrutó de haber asustado al resto.
El río no construyó ningún proyecto y tampoco regresó a esa sala de póker.
Ricardo Bravo Mejía
Autor del Método All In
Instagram @ricardobravomejia