En el competitivo mundo del póker en Texas, Oak Cliff Card Club llega con una propuesta única para cambiar las reglas del juego. Esta nueva sala de póker, ubicada a pocos minutos del centro de Dallas, abrirá sus puertas el 25 de enero en la ciudad de Cockrell Hill. A diferencia de otros clubes del estado, aquí no se cobrará tarifa por hora para jugar, ofreciendo a los jugadores una alternativa más accesible y diferente.
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Texas es conocido por sus estrictas leyes de juego, que prohíben el cobro de rake. Para adaptarse, los clubes de póker suelen funcionar bajo un esquema de membresías y tarifas horarias por asiento. Sin embargo, Oak Cliff ha decidido romper con esta tradición al eliminar las tarifas por hora y, en su lugar, establecer precios más altos para las membresías mensuales: $99 para jugar durante el día y $149 para acceso nocturno. Los primeros 200 jugadores que se registren tendrán una promoción especial, pagando solo $99 por el primer mes con acceso ilimitado. Para quienes prefieran visitas esporádicas, también habrá un pase diario de $5, sumado a una tarifa única de $30 por asiento.
Más allá del póker, Oak Cliff busca ser un espacio de comunidad. La sala, equipada con 15 televisores, se convertirá en un lugar para disfrutar no solo de cartas, sino también de eventos deportivos y actividades sociales. Además, ofrecerá formación para crupieres y clases para principiantes que deseen aprender a jugar. Según Termaine Davis, director ejecutivo del club, el objetivo es construir un entorno donde los jugadores puedan socializar y sentirse parte de algo más grande.
En sus primeras semanas, la sala contará exclusivamente con juegos de cash, con límites que van desde $1/$2 hasta $5/$10 no-limit hold’em. También habrá opciones para pot-limit Omaha y Congress Poker, una modalidad menos común pero muy entretenida. Aunque los torneos no serán el enfoque inicial, podrían organizarse eventos más pequeños y hasta Sit & Go en el futuro, siempre en función de las preferencias de los jugadores.
El modelo de negocio de Oak Cliff Card Club es ambicioso y responde a las demandas de los jugadores en Dallas, una ciudad donde las salas de póker suelen enfrentarse a desafíos legales y de gestión. Davis asegura que se han tomado todas las medidas necesarias para operar dentro de la legalidad, trabajando de la mano con las autoridades locales durante el último año. Por ahora, su meta es simple, ofrecer una experiencia distinta y cautivar a los jugadores con un modelo innovador que pone a la comunidad en el centro de todo.